jue. Jul 10th, 2025

Los productores de banano colombianos ven la sostenibilidad como un objetivo clave

La producción de banano ha sido, desde hace décadas, un pilar fundamental de la economía colombiana, especialmente en regiones como el Magdalena y Urabá. Sin embargo, en un mundo cada vez más consciente de la crisis ambiental, los productores bananeros han comenzado a adoptar prácticas sostenibles que no solo optimizan su productividad, sino que también generan un impacto positivo en las comunidades locales y en el medio ambiente.

Un caso destacado es el de Uniban, que en 2024 reportó la conservación de 17 fuentes hídricas en sus áreas de operación, así como la protección de 117 hectáreas mediante iniciativas de reforestación. Estas acciones no solo contribuyen a la preservación del agua, sino que también son fundamentales para la conservación de la biodiversidad en estas regiones.

Por su parte, Banacol presenta una estrategia integral de sostenibilidad que abarca diversas iniciativas orientadas a la protección del medio ambiente. Su compromiso incluye planes de conservación del agua, una gestión responsable de residuos y acciones concretas frente al cambio climático. Desde 2022, Banacol se ha destacado por su certificación de Carbono Neutro, obtenida gracias a la reducción y compensación de sus emisiones. Entre las acciones más relevantes de la empresa se encuentran la conservación de 182,15 hectáreas de ecosistemas y la siembra de 22,234 árboles nativos en un periodo de tres años.

El enfoque de Banacol también se extiende al ámbito social. En 2024, sus programas impactaron positivamente a 27,199 personas a través de iniciativas centradas en formación, deporte, vivienda y salud, lo que refleja un compromiso amplio con el desarrollo sostenible de sus comunidades.

Otro ejemplo significativo es Fundeban, la fundación social de Tecbaco, que implementó el proyecto Ruta Banarte en el municipio de Zona Bananera. Esta iniciativa transformó un contenedor de banano en un espacio cultural, ofreciendo talleres gratuitos y promoviendo así el acceso a la cultura entre niños y jóvenes.

Estos ejemplos demuestran que los productores bananeros no solo cultivan frutas, sino que también están sembrando oportunidades y bienestar, asumiendo una responsabilidad activa hacia el desarrollo sostenible de sus comunidades. La unión de la producción con el respeto al medio ambiente y el fortalecimiento del tejido social es ahora más relevante que nunca en el sector bananero colombiano.