Las dificultades y la exigencia, inherentes y necesarias en el éxito de Rafael Nadal: “Tony” Nadal

A sus casi 60 años, Antonio Nadal Homar da un vistazo retrospectivo en su carrera, donde su máximo referente es su propio sobrino, Rafael Nadal a quien llevó a la cima del éxito en un largo trayecto del que de nada se arrepiente, mucho menos de haber sido duro y exigente con él.

En entrevista en este principal balneario de América, “Tony” Nadal recuerda que desde que su sobrino era muy pequeño ”fui un entrenador que intentó preparar siempre a mi sobrino para la dificultad porque mi lógica me decía cuanto más difícil se la ponga más difícil será después, cuando llegue, así de simple”.

Y añade: “Yo fui una dificultad para él, yo fui un entrenador exigente, a veces demasiado, duro, pero yo creo en la dureza como un medio, no como un fin”. Curtido por los años en las mejores canchas y torneos del mundo y por los rayos del sol que elevan la temperatura a unos 35 grados en el Caribe mexicano, el renombrado estratega agrega sobre el tema que la gente debe prepararse duramente para la vida, y para él “es lo normal”.

“Nunca esperé una vida fácil y por suerte no la tuvimos y eso es para mí de valor y siempre intenté que mi sobrino fuera capaz de asumir sus propias limitaciones, que fuera capaz de no frustrarse cuando las cosas vinieron mal y creo que eso ha sido el factor determinante del éxito de Rafael en la pista de tenis”, consideró.

De buen ánimo, sincero, directo, “Tony” Nadal aseguró que el astro español “nunca puso una mala cara por fallar, pues Rafael no es de esos”. Yo le cuestionaba, prosiguió, de qué te sorprende este fallo, es normal, no eres suficientemente bueno, si falla Sampras (Pete, renombrado tenista estadounidense de la década de los 90´s del siglo pasado), con más razón fallas tú”.

Vivimos, prosiguió, en un mundo donde todo tiene que ser muy mediático, todo tiene que salir rápidamente, los jóvenes están acostumbrados, los chicos de hoy en día están acostumbrados por la vida actual, por el móvil.

Todo, insiste, es el valor de la inmediatez, y esta está reñida con lo costoso, está reñida con la dificultad, cuando mucha gente carece de los resortes para superarla. Y en su opinión, su sobrino, a quien condujo en la mejor etapa de su carrera sí tuvo esos resortes, pues procuró hacerlo capaz de asumir sus propias limitaciones y las que el destino le presentase en el camino.

A los chicos que están en la academia, a veces cuando hablo con ellos les digo que no es un tema de prepararse para ganar partidos de tenis, sino que esta preparación tiene que servirte para vivir el futuro, afrontar bien la vida.

“Cuando tu esperas que la vida sea muy fácil, y cuando te quedas sorprendido de las dificultades que la vida te pone, normalmente no estás preparado para afrontar los problemas, eres una persona menos capaz y en esta vida yo creo que lo que debemos de tener es esa capacidad para sortearlos (los problemas)”, insistió.

A sus 59 años, muchos de ellos dedicados a su sobrino con el que dejó de colaborar hace unos tres años, “Tony“” Nadal está consciente de lo improbable, mas no imposible de hallar a otro Rafael Nadal.

Y sobre el tema, dijo: “Me gusta mucho entrenar, participar en la formación de alguien. Si es en el tenis u otra cosa, me gusta ayudarles a los jóvenes en la medida de lo posible a moldear su carácter, quizás con aquél del que él en su juventud careció para concluir sus estudios de Historia y Derecho.

A pregunta de la reportera, mira al cielo y responde: “No es fácil que haya un nuevo Rafael Nadal, porque hasta la fecha solo uno lo supera en torneos de Grand Slam, Roger Federer, antes supimos de Bjon Borg (súper astro sueco de la década de los 80´s) y Sampras…no es fácil”.

Desde que empecé a entrenar he tenido la ilusión de que alguien moldeado por mí llegue a ser un gran jugador de tenis; antes de Rafael tuve algunos chicos de mi pueblo (Manacor) que estaban dentro de los mejores de España, en los primeros lugares. Para él, su motivación no era, contra lo que pudiera creerse, el triunfo de su pupilo, sino que independientemente del resultado, diera siempre lo máximo, todo.

Al final, sé que es casi imposible o es muy difícil que de la academia de Rafa Nadal, o donde sea, salgan puros Rafaeles Nadal, pero a mí me ilusiona igualmente irme cada mañana al centro a las canchas y ver los progresos de cada jugador…y ese es el combustible que lo mantiene en esta complicada, pero apasionante actividad, surja o no otro gran astro como su sobrino.

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