La importancia de contar con una estrategia de precios flexible y transparente es esencial para los hoteleros, en particular durante eventos a gran escala donde la demanda puede ser impredecible, fue una de las principales conclusiones del seminario web moderado por André Baljeu de techtalk.travel, en el cual se analizó el desempeño del mercado hotelero parisino en el marco de las Olimpiadas de Paris 2024.
Mediante la comparación de cifras y datos, el panel concluyó que los hoteles de nivel medio sobreestimaron la demanda, lo que provocó importantes caídas de precios en los meses previos a los juegos.
Se destacó que los hoteles de lujo mantuvieron precios más altos debido a su clientela menos sensible al precio, pero las tarifas ocultas perjudicaron la satisfacción de los huéspedes; y que si bien la satisfacción de los huéspedes fue alta en general, muchos huéspedes de nivel medio sintieron que no recibieron un buen valor por el dinero pagado.
En el panel participaron el director de investigación hotelera de Lighthouse, Blake Reiter, y el especialista de productos de Shiji ReviewPro, Bruno Saragat.
El debate se centró en los precios dinámicos, la influencia de los alquileres a corto plazo y la satisfacción de los huéspedes durante todo el evento.
Utilizando una curva de precios, Reiter demostró cómo las tarifas alcanzaron un máximo de alrededor de 530 euros unos 335 días antes del evento.
De acuerdo al analista, el aumento inicial estuvo impulsado por el optimismo y la percepción de una demanda ilimitada, sin embargo, a medida que se acercaba el evento, la demanda prevista no se materializó por completo y los precios comenzaron a disminuir alrededor de 180 días antes.
En el momento de los Juegos, las tarifas se habían reducido casi a la mitad, llegando a un mínimo de aproximadamente 274 euros.
En general, los panelistas destacaron que el aumento de los alquileres a corto plazo, que agregó un inventario significativo al mercado, los hoteles se encontraron con un exceso de disponibilidad y tuvieron que reducir los precios para generar reservas, una medida que finalmente llevó a una pronunciada caída en las tarifas de las habitaciones.
Esto también impacto en que los hoteles experimentaron una disminución en la actividad de reseñas, mientras que los alquileres a corto plazo vieron un aumento del 90 por ciento en el volumen de reseñas entre agosto de 2023 y 2024.
Este cambio, consideraron los panelistas, subraya la necesidad de que los hoteles diferencien sus ofertas y brinden un valor superior en comparación con los alquileres a corto plazo.
El problema más notable fue la percepción de la relación calidad-precio. Los hoteles de tres y cuatro estrellas enfrentaron críticas por lo que los huéspedes vieron como tarifas infladas durante el evento. Los huéspedes no estaban satisfechos con las “tarifas especiales olímpicas” que no coincidían con la calidad de su estadía. En las propiedades de cinco estrellas, las principales quejas incluyeron cargos por servicios ocultos o adicionales, que restaban valor a la experiencia general.
Otro error de cálculo fue suponer que los viajeros internacionales dominarían las reservas cuando en realidad, muchos compradores de entradas eran nacionales, y el 62 por ciento de las entradas olímpicas fueron compradas por residentes franceses, muchos de los cuales no necesitaban alojamiento.
Además, las preocupaciones sobre las amenazas a la seguridad y las incertidumbres logísticas pueden haber retrasado las decisiones de reserva, lo que provocó un aumento de última hora en la ocupación.
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