Queridos lectores de Caribe Empresarial y esta columna:
Con el inicio del 2024 quiero expresar agradecimiento y mis mejores deseos para este ciclo. Al iniciar un ciclo, siempre es recomendable hacer balance de lo vivido y visualizar lo que queremos concretar en un futuro, sin embargo sabemos, que ni el pasado ni el futuro nos pertenece, por lo que vivir el presente “es indispensable y debemos tener consciencia de ello”.
Hace unos meses conversé con una gran mujer, una persona que las circunstancias de la vida, la han llevado justamente a tomar acción en el día a día, a través de fomentar la paz, el bienestar y aceptar los procesos como parte de los aprendizajes de la vida. Omayra Pinzón es mentora holística y espiritual, ayuda a mujeres a identificar, vivir y expandir el propósito de su alma con la guía angelical. Eliminación de bloqueos energéticos y emocionales a través del Reiki. Evitar la frustración para mejorar la salud en cualquier aspecto.
En nuestra conversación, pudimos reconocer que la espiritualidad en nuestras vidas es indispensable para vivir el presente y obtener una vida plena. Nada tiene que ver con la religiosidad. Saber y comprender que somos energía, que, si nos permitimos conectar con nosotros mismos, vendrá la magia.
Cuando el ser humano trabaja con su espiritualidad puede comprender sus capacidades, esencia y el entendimiento por el amor propio, detonando vínculos favorables con el entorno.
Si traspalamos la espiritualidad al emprendimiento, el emprendedor deberá comprender quien es y cuál es el propósito de hacer lo que hace. De esta manera podrá trascender, valerse de su autenticidad, crear confianza y proyectar su idea de negocio con sus posibles clientes. No sólo queremos negocios sostenibles, sino se necesitan emprendedores con propósito claro, agradecidos y que generaren un impacto positivo.
La identidad de la persona debe estar clara cuando se decide emprender, pues son sus valores y principios los que darán las pautas para actuar. Con ello, permitirá al emprendedor lograr el equilibrio en todos los aspectos de su vida; obteniendo bienestar y, por ende, la plenitud.
Si el emprendedor esta conectado con su interior la productividad incrementará, al igual que su creatividad, la visión de los proyectos se ampliará y por supuesto, se tendrá como resultado un ser flexible y consciente de su desarrollo humano.
Omayra recomienda incorporar la espiritualidad en nuestro día ad día, seamos o no emprendedores a través de sencillas prácticas cómo la contemplación, la relajación, caminar, escribir, agradecer, respiración consciente, escuchar música de alta vibración, practicar el silencio, disfrutar de la naturaleza, utilizar aromaterapia, aprender a callar la voz interna y como decíamos al principio: vivir el momento; el presente.
¿Cómo estás proyectando tu 2024 en relación a la espiritualidad?
Por: Marletza
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