Hacerle bien a la ciudad implica enfrentarse a trámites burocráticos, a veces complicados, como ocurrió con el Festival de Arte Urbano del llamado “Paseo Pionero”, para el cual se invitó a artistas nacionales y extranjeros a pintar murales en las calles de Cancún, el cual no recibió apoyo municipal, manifestó Carlos Castillo, uno de sus promotores.
Necesitamos que a los empresarios jóvenes les vaya bien, que el turista vaya a los restaurantes y los vea llenos y por eso ideamos proyectos como el de la Ruta Nader, pero pedimos apoyo municipal para preparar los muros, podar el pasto y árboles y no tuvimos respuesta municipal, lo tuvimos que hacer con apoyo privado, explicó.
Por otro lado, dijo que hay asuntos que son competencia de la autoridad, como la seguridad, en el cual las fallas tienen consecuencias para los emprendedores y los turistas.
La inseguridad nos pega siempre. La Nader, la supermanzana 3 y la avenida Tulum han sido testigos de hechos que, cuando ocurren, nos pegan al día siguiente, a la semana y en las semanas siguientes. Desgraciadamente, es el tema que, como ciudadanos, tenemos más alejado de nuestras manos, añadió.
En su momento Ruta Nader recibió un donativo de bicicletas eléctricas para poner una Policía de Barrio, empezamos a trabajar con Seguridad Pública y se desató el tema de la inseguridad. Nosotros dijimos: No queremos una policía de barrio muerta y nos tuvimos que echar para atrás, añadió.
Nosotros, por ejemplo, estamos haciendo arte para la seguridad, tratamos de recuperar zonas públicas. Nuestra estrategia como ciudadanos y empresarios no tiene que ser frontal, sino generar una ciudad viva, si espacios vacíos en los que operen los asaltantes, manifestó.
Los jóvenes sin oportunidades, sin oferta de arte, sin opciones de entrar a la escuela son gente que jala hacia temas que nos están pegando, no sólo a nivel local, sino nacional. Nosotros queremos replicar las estrategias usadas en la Nader, que fueron un éxito, para aplicarlas en Paseo Pionero y Proyecto Panorama.
Esa una de las zonas donde los empresarios, los emprendedores, pueden experimentar y abrir lugares. No todo funciona, pero eso no significa que sea un fracaso como avenida, como ciudad o proyecto, apuntó.
A manera de ejemplo, indicó que cinco años antes en la Nader un joven graduado como chef en la Universidad del Caribe no tenía opciones para abrir su restorán, pues en las plazas cercanas al centro le podría costar un millón o dos millones de pesos instalarse.
En ese sentido, apuntó que en la avenida Nader, la zona fundacional, el Paseo Pionero, había casas abandonadas con rentas de dos mil, tres mil, seis mil pesos, que requerían inversiones pequeñas para empezar a trabajar.
Nosotros tenemos un espacio en Calle Mero número 8, donde abrió El Socio Nice, con cuatro mesas y cuatro mil pesos de renta. Cuatro años después del proyecto de Ruta Nader, tiene una taquería con cuatro veces más capacidad que la de la Nader, otra en Puerto Morelos y va a abrir una más en Tulum. Esa oportunidad le ayudó a levantarse.
Asimismo, dijo que, gracias al éxito que han obtenido varios emprendedores, en la Supermanzana 3 pasaron de 4 a 45 cafeterías, restaurantes, galerías, tiendas y servicios, entre la Nader, las calles y manzanas interiores.
El plan de la Nader es que pasara eso para tener el preámbulo del Paseo Pionero, aseveró.
Infoqroo
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