El Tren Maya no es indispensable, aseguran empresarios quintanarroenses

El Tren Maya no es indispensable y no tiene caso una inversión de ese tamaño si la llegada de turistas empieza a caer, sería un elefante blanco, señaló Otto Alfredo von Bertrab Schott, director general de Río Secreto, quien sostuvo que si no se resuelve el tema del sargazo no tiene caso que exista el ferrocarril.

Esa visión la comparten los hoteleros de Playa del Carmen y Tulum –destinos de sol y playa que forman parte del mayor corredor turístico de México y América Latina–, sobre todo por dos razones: la falta de recursos para promoción, dinero que se desvió en apoyo al proyecto ferroviario, y la desatención, hasta ahora, al tema del sargazo, porque no habría turistas.

De acuerdo con Von Bertrab, todo parte de que el ferrocarril se construiría para llevar y traer turismo de los principales balnearios de Quintana Roo hacia el resto de la península, pero si no hay visitantes por el recale de la alga qué caso tiene, cuestionó, para recordar que el año pasado hubo entre 10 y 15 por ciento de cancelaciones por las playas atestadas de talofita.

“Sobre todo en cuanto al sargazo, referente al Tren Maya y al sargazo, que para mí es muy claro que si el problema del sargazo sigue, no tiene caso que exista el Tren Maya porque estamos partiendo que el tren está hecho para atraer turismo, llevar turistas que llegan a Cancún y Riviera Maya, llevarlos al resto de la península, ¿y si no tenemos turistas?”.

Sería un sinsentido, sostuvo el turistero ecológico, quien explicó que actualmente si el turista quiere ir a Palenque, tomaría un autobús categoría Premium o podría rentar un vehículo, debido a la distancia, pero si quiere visitar Mérida, Bacalar, Chetumal o Escárcega también puede hacerlo en un camión convencional.

“El tren en sí no es un atractivo, es un medio de transporte que nos gustaría mucho tener porque creemos que sí va a beneficiar, en particular a nosotros los que habitamos esta zona porque podernos trasladar de Cancún a Playa en el tren va a ser muy benéfico, pero no creo que sea necesario, no es indispensable, y hay cosas que sí lo son como retirar el sargazo.”

Otto Alfredo von Bertrab consideró, como cada vez hay más voces, que el principal reto para el ferrocarril son los aspectos ambientales, sobre todo las zonas donde hay ríos subterráneos como en Playa del Carmen, Paamul, el laberíntico sistema de cavernas inundadas de Sac Actún, en Tulum, y Puerto Aventuras.

Sostuvo que se tendrán que tomar medidas específicas de primer nivel, no a la mexicana, como se hace tradicionalmente: tendrán que poner puentes y pasos de fauna, e insistió en que el megaproyecto tiene que ser de primer mundo y que está supeditado a resolver primero el problema y la amenaza que representa el recale de sargazo.

“No tendría caso invertir en el tren si se nos empieza a caer el turismo porque no hemos resuelto el tema de las playas, porque vamos a crear un elefante blanco, vamos a construir un tren para el que no vamos a tener clientes // porque primero tienen que resolver eso, tener una solución antes de empezar a tener vías del tren”, insistió.

En tanto, Conrad Bergwerf, presidente de la Asociación de Hoteles de la Riviera Maya, consideró “muy preocupante” destinar recursos que antes eran para promoción a proyectos que no son garantía de que vayan a ser redituables como el Tren Maya, por falta de turismo e incluso podría costar 10 veces más de lo presupuestado, como señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).

David Ortiz Mena, presidente de la Asociación de Hoteles de Tulum, señaló por su parte que de no controlarse el arribo del alga marina se afectaría seriamente la imagen y su acumulación ahuyentaría a los turistas, porque es urgente que las autoridades prevengan el recale de sargazo debido a que los visitantes buscarían otras opciones.

Por Carlos Aguila / @aguila_carlin