Alertan contra la falta de recursos para seguridad

Didier Vázquez Méndez es tajante: habla de convicción, de falta de recursos para el trabajo policiaco, situación que aparentemente está permeando en todos los municipios del Estado.

Sin embargo, el ahora ex director de la Policía Municipal Preventiva de Solidaridad aclara que no toda la responsabilidad del abandono debe imputarse a la presidenta municipal Laura Beristain Navarrete, sino también al Cabildo, que no han alzado la mano, no ha hecho observaciones ni realizado acciones para reforzar a una policía a la que no se pueden restar méritos y resultados, como detenciones y puestas a disposición de la Fiscalía.

Y aprovecha la oportunidad para hablar del secretario de Seguridad Pública Estatal, Jesús Alberto Capella Ibarra y de la implementación del Mando Único y de una estrategia única contra la inseguridad.
La primera y única vez que me vio, sin conocerme ni saber quién soy, Capella me dijo: “Si no funcionas te vas, porque de que lloren en mi casa, mejor que lloren en la tuya”. Eso es una grosería.

En el Estado hay gente con capacidad para la función policiaca, no hay que importarla. Conocer la geografía, la problemática, la cultura es imprescindible en esta tarea, apunta.

Aunque dice estar consciente de que este puede ser el final de su carrera policiaca, opina que el Mando Único sirve para uniformar en capacitación e, incluso, en beneficios para los policías, pero no para implementar una sola estrategia porque no va a funcionar. Hay que escuchar a los policías que están en las calles, asevera.

Y remata: No se trata de implementar una estrategia para todos los municipios porque cada uno tiene su particularidad y las estrategias se deben hacer a la medida para que den resultados.

Su renuncia se dio a conocer esta mañana, al igual que las de Alberto Faustino Pat Mis, director de la Policía Turística; Hernán del Carmen Pérez Vega, director de Profesionalización de la Policía Municipal;  Carlos Arturo Álvarez Escalera y Ludwig Vivas Arjona, asesores.

Sin rodeos, apunta que se va por falta de recursos para trabajar, no por tenor, sino por convicción y aclara que antes de tomar esa decisión manifestó muchas veces esas necesidades. Lo dije en diferentes foros y creo que como autoridades municipales no es válido decir “lo desconocemos porque eso sí sería grave”.

Hice esa observación varias veces sin tener resultado y no podía hacer “como que no me daba cuenta y dejar pasar las cosas” porque también por omisión hay responsabilidad y yo no podía ser omiso, afirma. Asumo muy conscientemente el riesgo de ser vetado, pero no puedo hacer como que no veo. Es sencillo: sin recursos no se puede trabajar.

A Solidaridad llegamos un equipo de trabajo fuerte, sólido, y poco a poco fue mermando por diversas razones. En cinco meses y medio se hicieron muchas detenciones en las que los detenidos fueron vinculados a proceso, puestos a disposición de la Fiscalía y los policías de Solidaridad demostraron compromiso, pero a pesar de eso los recursos fueron mermando, expresa.

Ante la disminución de recursos y la falta de esos colaboradores “no podía hacer como que no me daba cuenta y dejar pasar las cosas porque también por omisión hay responsabilidad y yo no podía ser omiso”, reiteró.

La misión de un comandante no es sólo estar en un escritorio y dar instrucciones, sino que debe velar por los intereses de la ciudadanía y porque los que están en la calle dando el servicio de seguridad pública tengan los elementos para cumplir su tarea, asevera.

El ex jefe policiaco revela que su renuncia la presentó hace días y que por la noche fue detenida una persona presumiblemente ligada a la delincuencia organizada, pero no encontraron elementos para presentarlo a la Fiscalía, sólo ante un juez cívico, quien lo liberó y horas después apareció una manta bien redactada, sin datos precisos y no firmada, al parecer con la intención de demeritar su trabajo.

Se habla de un hecho del que hay evidencias jurídicas de que no participé, de detenciones en las que no estuve presente, que derivaron en un cateo en el que estuve a cargo de la vigilancia del domicilio que se iba a catear, pero acompañado por elementos de la Marina, Sedena y Gendarmería.

Luego de agradecer al director general de Seguridad Pública y Tránsito, Martín Estrada Sánchez, la oportunidad de haber estado en su equipo de trabajo, dijo que es una persona con amplia experiencia y ganas de trabajar, pero el área de Planeación, a cargo de Rosario Cano, no le ha permitido hacerlo.

En la Dirección General hay prácticamente otra Dirección General, que es el área administrativa, que en lugar de allanar y buscar soluciones para que las cosas funcionen, pone trabas. Solidaridad tiene muy buenos policías, que aun sin mi presencia harán un excelente trabajo, siempre que al comandante Martín Estrada le permitan ejercer sus funciones plenamente, que lo escuchen, pues para eso lo contrataron.

Tienen que dejar de escuchar “vocecitas” y de buscar asesores en estrategias de seguridad pública cuando tienen a alguien con la experiencia de Martín, quien fue contratado para eso. Sólo deben dejar que haga su trabajo, insiste.

La corrupción empieza desde arriba, con el simple hecho de no aplicar los recursos y no necesariamente me refiero a desviarlos. En Quintana Roo la población crece diariamente y nuestras corporaciones policiacas disminuyen y tienen carencias hasta de combustible, prosiguió.
Este problema rebasa el ámbito de Solidaridad y seguramente está permeando en otros municipios. Si queremos seguridad, hay que alzar la voz, pero también deben hacerlo quienes están a cargo de ésta y hacerlo a tiempo, destaca.

Señala que el policía no debería preocuparse de si le va a llegar su quincena, sólo tendría que salir a la calle, realizar su labor preventiva y combatir a la delincuencia y todo lo demás le debería llegar sin problema porque son derechos laborales, derechos adquiridos.

El policía sólo cumple su labor y si el delincuente sale muchas veces ni siquiera es culpa de la Fiscalía, sino de cómo está la ley. Habría que cuestionar a los legisladores si conocen la problemática de las calles, si han preguntado a los policías qué sienten, qué pasa y cómo lo solucionan. Es fácil firmar leyes, decretos, reglamentos sin el conocimiento real y objetivo de lo que está pasando, expresa.

La otra cuestión es qué pasa con los políticos que en campaña ofrecen seguridad, apoyos y cuando llegan parece que se les olvida. “Deberían retomar el espíritu de servicio y entender que hay épocas de campaña y cuando éstas se acaban se deben olvidar colores partidistas y unirse para trabajar en beneficio de la comunidad”, apunta.

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