Según un estudio australiano publicado en ‘Chemosensory Perception’, las personas con tendencias psicópatas, además de ser antisociales, adictas a las emociones fuertes y manipuladoras, tienen atrofiado el sentido del olfato.
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Esto se puede atribuir a un funcionamiento defectuoso de la región frontal del cerebro.
En esa misma zona de nuestro cerebro, residen las neuronas encargadas del control de los impulsos, la planificación y la capacidad de actuar conforme a las normas sociales.
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Interesante, ¿no?