Megaproyectos atentan contra la permanencia de comunidades mayas

 En los últimos 30 años cuatro sectores económicos crecieron más que las necesidades de las poblaciones de la Península de Yucatán: inmobiliario, agroindustrial, turístico y energético. Su expansión responde a intereses de las empresas que los lideran y se oponen tanto a la reproducción y mantenimiento de la base de recursos naturales en la región como a la calidad de vida de sus habitantes, dieron a conocer Geocomunes y el Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible, A. C. (CCMSS).
El CCMSS y Geocomunes presentaron una herramienta de visualización cartográfica en línea que permite analizar la magnitud del problema que enfrentan los territorios de la Península de Yucatán y sus habitantes. Este visualizador permite observar interacciones entre distintos megaproyectos y el avance paulatino de los mismos sobre los ecosistemas y territorios indígenas y campesinos de la región.

Los impactos socio-ambientales en la Península estuvieron anteriormente motivados por ciertos polos de desarrollo, como fue el caso de Cancún, Quintana Roo, o Ciudad del Carmen, Campeche. Actualmente, los megaproyectos y un conjunto de políticas públicas relacionadas con la propiedad social de la tierra y el fomento a la producción en el campo están provocando un proceso generalizado de des-ruralización que atenta contra la permanencia de las comunidades campesinas mayas y la salud de ecosistemas únicos.
“Esta herramienta está albergada en las páginas del Consejo (ccmss.org.mx) y de Geocomunes (www.geocomunes.org), a disposición de toda la ciudadanía. Esperamos que sea útil para investigadores, activistas y comunidades campesinas e indígenas para fortalecer sus procesos de defensa del territorio”.
El Consejo tiene 25 años trabajando con las comunidades para fortalecer sus procesos organizativos y sus estrategias de apropiación territorial mediante el manejo sostenible de la tierra. “Hoy, nuestro trabajo inevitablemente abarca también el apoyar procesos de defensa de los territorios comunes”, dijo Sergio Madrid, director ejecutivo del CCMSS.

El visualizador muestra que cuando la inversión en un sector deja de ser rentable, el capital transita hacia otros sectores. Así ocurrió cuando la crisis del sector agrícola (madera, chicle y henequén) redirigió las inversiones hacia el turismo y a la agroindustria de la soya transgénica, el sorgo y la palma de aceite.
Presentes en la reunión, voceros y voceras de comunidades mayas de Yucatán y Quintana Roo explicaron que esta lógica de inversión violenta y destruye su forma de vida y la base de los recursos naturales que la sustentan, obligándolos a desarrollar estrategias de defensa y protección de sus tierras y territorios, y de seguridad comunitaria.
“Soy un hombre maya, habitante del territorio maya de Quintana Roo y quiero externar la gran preocupación que vivimos ante las amenazas a nuestro territorio. Diferentes proyectos despojan a nuestros pueblos, no sólo de los territorios y de los recursos naturales, sino también de nuestras propias identidades como pueblos originarios. Estas amenazas nos llevan a tomar decisiones juntos, a reflexionar sobre lo que queremos, a organizarnos, defender y luchar por lo que nos han heredado nuestros abuelos y abuelas mayas que es un legado, una mirada distinta de la vida, que tenemos que defender de manera colectiva.
Las formas de vida de los pueblos mayas nos permiten vivir de manera armoniosa con nuestro entorno y los megaproyectos que se imponen nos arrebatan esta forma de vida”, comentó Ángel Sulub, de Centro comunitario U Kuuchil K Chibalom, de Carrillo Puerto, Quintana Roo.
Por INFOQROO