La gran vocación: vivir educando

El pasado 24 de enero se conmemoró el Día Internacional de la Educación, quiero compartir mi admiración y respeto a todas las personas que deciden dedicarse a la docencia desde el corazón. Transmitir conocimientos para el desarrollo de todas las personas a través de la calidad, inclusión y equidad.

La educación: Derecho humano y responsabilidad colectiva como lo enlista la ONU (Organización de las Naciones Unidas).

Desde hace tiempo sigo en redes sociales, a una mujer que ha podido ir construyendo sus sueños como estudiante, madre y profesional. Se define como maestra de nacimiento, formada y formadora. Graduada como normalista superior y estudios en español, literatura, inglés entre otras asignaturas. No sólo ha sido maestra de aula en instituciones educativas sino también “maestra” de vida. Gloria Suárez, es humanista, destaca al ser humano ante todo siendo por quién y con quien trabaja. Actualmente, ayuda particularmente en los procesos educativos padres e hijos.

Ella dice que toda persona tiene la capacidad para enseñar, pero no el don. Y es aquí dónde resalta la palabra “vocación”, no cualquiera pone a disposición de otros su empeño y dedicación por educar. La formación en cualquier ámbito será señal de crecimiento, desarrollo y evolución; generando un impacto social positivo; incluso hablando de uno de los valores fundamentales de la humanidad: la paz.

Aunado a ello, el ser humano no debe perder la capacidad e interés para aprender todos los días de su vida, no estancarse.

Para Gloria, la docencia representa su vida entera. Vista en diferentes etapas, con retos cumplidos, es consciente del grado de responsabilidad que implica siendo “profe”. “El docente debe ser cuidadoso, coherente y consciente de que no sólo transmite conocimiento, sino que toca vidas”; dice.

Implementar metodologías didácticas, inteligencia emocional, uso de nuevas tecnologías, creatividad, capacidad de liderazgo, ser paciente y empático, son algunos de los aspectos a los que se enfrenta día a día el personal docente.

Con los últimos tiempos y las circunstancias globales vividas en el 2020, sabemos que el profesorado de todo el mundo tuvo que enfrentar uno de los mayores retos: adaptarse a nuevas maneras de educar a través de la virtualidad. La presencialidad hoy no es suficiente, sin embargo, el factor de conectar entre seres humanos es justamente dónde el resultado del aprendizaje se dará.

Gracias a todos los maestros que han dedicado y ofrecen toda una vida (su vida) a contribuir con la aportación de conocimientos y valores para el bien común.

Por Marletza