Iñárritu no se detiene

Para Alejandro González Iñárritu el cine es una aventura donde el director nunca debe congelarse, aunque esté, como fue su caso con “The Revenant” a 40 grados bajo cero, e incluso hasta debe existir el temple suficiente para atreverse a escribir un poema en la montaña rusa, que suele ser el cine para los arriesgados, como él que hacen posible lo imposible.

El director mexicano ganador del Oscar en la edición pasada por “Birdman” y ahora nominado en las categorías de Mejor Película y Mejor Director (entre las 12 postulaciones que recibió por la Academia de Hollywood) charló esta mañana vía telefónica con Adela Micha en “Imagen Informativa Primera Edición”, perteneciente a Grupo Imagen Multimedia, con motivo de su fugaz visita a la Ciudad de México, acompañado con su protagonista Leonardo DiCaprio, para promocionar la recién estrenada “The Revenant” (“El Renacido”), rodada en condiciones climáticas adversas en Canadá y Argentina.

Fue un proceso muy largo, de mucha preparación, logística y la ejecución fue de una gran complejidad y muchas dificultades que tuvimos que vencer, pero nunca sin perder la visión. Hacer cine de este calibre es, como lo decía (Stanley) Kubrick, como estar en una montaña rusa y querer escribir un poema. Es casi imposible.

“Es como una exploración, donde encuentras problemas, sorpresas y regalos, y tienes que rendirte ante algunas cosas y conquistar otras. Estás esculpiendo todo el tiempo, es lo bonito de algo así, que no es un producto predeterminado sino un proceso de aprendizaje”, afirmó.

G. Iñárritu, como ahora pide ser llamado el cineasta de 52 años, compartió con los radioescuchas su compleja visión sobre lo que implica hacer cine y no sólo hacer películas, como lo hizo con “The Revenant”, rodada únicamente con luz natural en los crepúsculos, a cargo del también ganador del Oscar el cinematógrafo Emmanuel Lubezki, y en estricto orden cronológico, y hasta definió al cine actual.(Agencias)