Tokio representa los Juegos Olímpicos de la esperanza

La ceremonia inaugural de los juegos Olímpicos de Tokio fue basada en el origen del universo y denominados los juegos de la esperanza, los cuales dejaran un legado a la humanidad y un nuevo lema “más rápido, más alto, más fuerte… juntos”.
El estadio Olímpico de Tokio fue iluminado por los fuegos artificiales y un juego de luces que dieron paso a distintos cuadros que plasmaron el origen del universo y desde luego de los Juegos Olímpicos.
En el arranque de la ceremonia inaugural de los trigésimo segundos Juegos Olímpicos se recordó que en la edición de Tokio se solicitó, a los atletas del mundo llegar con semillas para reforestar el país, ahora 57 años después esas semillas convertidas en madera dieron origen la reconstrucción de la ciudad, enalteciendo el trabajo de sus antepasados.


De igual forma se rindió un homenaje a todos los atletas que no pudieron llegar a los Juegos Olímpicos y se destacó el esfuerzo, dedicación de los que lograron su clasificación con una preparación en casa, alejados del mundo, separados, distanciados, pero más unidos que nunca, dando paso al a una simbólica luz al final del túnel de donde surgió el contingente de los atletas de Grecia como país organizador de los Juegos Olímpicos, uno a uno seguidamente fueron desfilando los países siendo México la delegación 184 en ser presentada con una delegación de 20 atletas encabezados Gabriela López y Romel Pacheco como sus abanderados. El último país en desfilar fue Japón como anfitriones.


Seguidamente se dio paso al juramento deportivo a cargo de atletas y jueces, dando paso al mensaje en por de la diversidad e inclusión a cargo de Sue Vird, jugadora de baloncesto de los Estados Unidos. Mientras mil 824 drones formaron en el cielo el logo de los juegos olímpicos para terminar con imagen del planeta tierra vista desde el universo, todo ello bajo el tema inmortal de los Beatles “Imagine” interpretada por Keith Urban (Oceanía), John Legend (América), Coro Suginami (Asia), Angelique Kidjo (África) y Alejandro Sanz (Europa).
En tanto la presidenta del comité organizador de los Juegos Olímpicos Seiko Hashimoto recalco que los juegos son la expresión más grande de unidad, amor al prójimo, paz, hermandad e inclusión.
Tomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional agradeció al emperador Naruhito, y a todo Japón ser el anfitrión perfecto, admirable por hacer posible la fiesta del mundo, destacando a los atletas olímpicos como un ejemplo de tenacidad y enfrentar el mayor desafío de la humanidad.

Y la tan esperada declaratoria inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio fue en voz del emperador Naruhito.
Seguidamente se dio paso a la bandera olímpica, bajo el himno olímpico, con le vuelo simbólico de la paz, con cuadros de pictogramas con poses que simbolizan cada uno de los 33 deportes en competencia en Tokio.
Hasta llegar al momento esperado, la entrada del fuego olímpico al estadio de Tokio para celebrar los últimos relevos a cargo de los deportistas legendarios de Japón, hasta llegar al momento culminante del encendido del pebetero olímpico que simbolizó el monte Fuji, siendo la tenista Naomi Osaka la encargada de encender la luz de la esperanza que ilumina al mundo unidos ante la adversidad.
Así se puso en marcha los Juegos Olímpicos de Tokio, el mayor reto de la humanidad con una espera de más de un año en los cuales se superaron grandes controversias gobierno japoneses, comité olímpico, para que finalmente hoy se encienda el pebetero que representa el corazón de todos los atletas del mundo, bajo el lema “juntos más fuertes”.

Por José pepe Arce