“La gastronomía nos une, es cultura y la identidad de un pueblo”

Recuerdo que de niña nunca me interesó mucho la cocina, mi mamá me “entretenía” y jugaba conmigo elaborando galletas y pasteles. Si que siempre le ayudé a lavar la verdura, limpiar los frijoles para después ponerlos a cocer, hacer las labores que implica mantener la cocina en condiciones: pon la mesa, recoge los platos, preparara el agua de frutas, pásame la pimienta, por favor saca la cazuela, ayúdame a guardar las cosas que trajimos del mercado, entre otras peticiones.

El día que tocó independizarme y salir de casa con las maletas, muchos sueños e ilusiones por iniciar un nuevo ciclo, fue un shock cuando llegue a mi “nuevo hogar” y había que hacer despensa y ponerse a cocinar. La voz interna me cuestionaba: ¿qué vas a hacer, si se te quema el agua?

Los primeros días todo fluyo, al final comer cosas diferentes y fuera de casa no estaba mal, al cabo de un par de semanas mi deseo y añoranza por un arroz “caserito, que supiera a Mamá” me puso en conflicto. Y así les podría contar muchas anécdotas, pero quizás será en otra ocasión.

Hoy por hoy después de vivir casi 15 años fuera de México, compartiendo con otras culturas en todos los sentidos, haber montado un negocio de importación de productos mexicanos que incluía tiendas físicas, una tienda online, rodearme de chefs, servir a bares y restaurantes, asistir a un sin número de eventos culturales en donde la gastronomía siempre estaba presente, hacer degustaciones, conjuntar esfuerzos con marcas mexicanas reconocidas, buscarme la vida tras el fogón y mucho más; valoré y revaloré todo lo que implica el acto de cocinar.

Y no es que no lo hiciera, simplemente tuve la fortuna de crecer en un hogar armonioso en el que la comida casera siempre estaba presente y no había que preocuparse por nada (pero si colaborar). Descubrí con todo ello uno de mis hobbies favoritos: cocinar.

Hace poco más de tres meses retomé un proyecto que tiene mucho significado en mi vida, además de mucho corazón. Se llama Apapáchame, surgió en marzo del 2015 aun estando yo viviendo a más de 9000 km de distancia de mi ciudad de origen. Los servicios originarios eran: talleres didácticos, participativos, culturales e itinerantes, surgiendo de ahí el catering personalizado para oficina y cocinero a domicilio.

Quisé retomarlo justo en este momento donde nos ha cambiado la dinámica del día a día y al estar guardados en casa la distancia se ha reducido a una videollamada o live en redes sociales.

Apapáchame es una ventana, un espacio para compartir logros, experiencias, conocimientos, recetas y la difusión de proyectos que se relacionan con la gastronomía en cualquier parte del mundo. Quien sea aficionado o profesional de la gastronomía está invitado a sumarse. Logrando con ello una cadena de valor, un darnos la mano unos a otros.

Tengo claro que la gastronomía es cultura y es multidisciplinaria, la podemos relacionar a cualquier ámbito.

Actualmente llevó 26 charlas con transmisiones en vivo los lunes y jueves al mediodia, hora de México. Temas cómo: la gastronomía y música, cocina internacional, pan sin gluten, la base de la repostería, dulces picantes, activistas gastronómicos, aceite de oliva, cocina tlaxcalteca, la comida como sentido de comunidad, experiencias gastronómicas, cocinar con robot de cocina, gastronomía prehispánica, comida japonesa, super alimentos, principios básicos del vino, poadcasts gastronómicos, la comprensión de la alimentación como un proceso sociocultural, etc.

Nos enlazamos con los invitados al lugar donde residen formando una comunidad ya en 14 países (Italia, Bélgica, Colombia, Chile, Canadá, Brasil, Estados Unidos, Francia, Argentina, Perú, España, Inglaterra y Guatemala).

Así es que te invito a unirte, aprender, compartir, disfrutar y hasta viajar alrededor del mundo con sus sabores.

Este lunes 27 de julio tendremos el tema “La gastronomía en los hoteles de gran turismo y sus medidas sanitarias”, y el 30 de julio, prepararemos “dulces de tradición” .¡Estás invitado!

Por Leticia Zárate