Empresarios turísticos, con un rol importante en la nueva normalidad climática

El empresario turístico desempeña un rol importante en la nueva normalidad, pero no de la que hemos escuchado últimamente por la pandemia, sino desde el punto de vista climático, dijo Andrés Martínez Ponce de León.

El entrevistado encabeza en el país Adaptur, proyecto de cooperación basado en acciones de adaptación en ecosistemas, como medida para garantizar el desarrollo del turismo en el futuro.

Explicó que Adaptur surge a iniciativa de la Agencia de Cooperación Alemana para el Desarrollo Sustentable, que trabaja directamente con Sectur, Semarnat, la Comisión Nacional de Áreas Protegidas y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.

El proyecto, abundó, está enfocado en apoyar al sector turístico para adaptarse al cambio climático, reducir los riesgos para el negocio de las empresas turísticas, proteger sus activos naturales como playas, arrecifes, selvas, biodiversidad y los servicios que brindan los ecosistemas, como suministro de agua, protección contra huracanes e inundaciones, entre otros.

Esta implementado en tres sitos: Riviera Maya, San Miguel de Allende, Guanajuato, y Riviera Nayarit, financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección a la Naturaleza y Seguridad Nuclear (BMU, por sus siglas en alemán) y forma parte de la Iniciativa Internacional de Cambio Climático.

“El turismo es altamente vulnerable y lo vemos ahora con la pandemia. Hay una disminución abrumadora de visitantes y lo que le pasa a este sector le pega directamente a la economía del país”, señaló.

Martínez Ponce de León, quien también es asesor regional de Riviera Nayarit-Puerto Vallarta indicó que el empresario debe adaptarse a la nueva normalidad climática y para eso mencionó la necesidad de identificar, financiar e implementar soluciones basadas en la naturaleza, conservar activos ambientales y servicios ecosistémicos.

Igual sugirió impulsar políticas públicas y privadas e instrumentos de ordenamiento territorial y adaptación con criterios al cambio climático.

Entre los beneficios de invertir en la conservación del capital natural, destacó que disminuye el riesgo del negocio turístico, las inversiones son más seguras, se posiciona al destino como responsable con los ecosistemas, fortalece la competitividad económica desde la dimensión ambiental y de nuevos productos de mercado, además de aportar soluciones al desafío ambiental global.

También urgió a realizar acciones a favor del medio ambiente, pues actualmente hay un aumento en el nivel del mar de 3 mm al año y pérdida de playas, erosión de costas, recales masivos de sargazo, incremento de la temperatura media anual de 0.4 grados Celsius hasta 3.3, de mareas de tormentas y huracanes, inundaciones, disminución de lluvias y perdida de ecosistemas costeros como manglares, dunas, praderas de pastos marinos y arrecifes.

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